El Princípio de Cagliostro X Wikileaks
viernes, 3 de diciembre de 2010
"...Sabed que el arcano de nuestra gran Arte es el gobierno de la humanidad, y el único medio de gobernar la humanidad es nunca decirle la verdad.
No reguléis vuestras acciones por los preceptos de la sensatez; Preferentemente ofended la razón y sustentad indómitamente todo que es absurdo y increíble.
Recordad que la reproducción es la primera fuerza tanto de la naturaleza, como de la política y de la sociedad.
Que la locura de los mortales es de aspirar a la inmortalidad, de conocer el futuro mismo sin comprender el presente, y de ser espirituales a pesar de atascados en la materia!”
Según Sax Rohmer estas palabras fueron enunciadas por el famoso personaje Josep Balsamo, el Conde de Cagliostro. Estos principios no dejan indiferente a nadie por su extraña actualidad. Parecen estar hechos a medida, o como menos son la guía de nuestra sociedad contemporánea. Si, para Umberto Eco, existen personas (demasiadas) obsesionadas de hermetismo, envueltas en juegos maníacos sin fin, eso se traduce en comunidades fieles a su reflejo, contagiándose entre sí, aumentando la enfermedad a niveles insospechados, tanto, que es prácticamente imposible encontrar en los diversos extractos sociales quién no ponga en tela de juicio todo lo concerniente à su persona, la información que maneja y su interacción con los demás.
Islas sin rumbo flotando en el gran Mar del sofisma engañador. Infelizmente la maquinaria de la desinformación no pára y es una constante, y quiénes administran la vacuna del máximo criterio reflexivo sienten que luchan contra molinos de viento.
Sin embargo, caso el tejido social estuviera ya tan mermado por el principio de Cagliostro de ocultar/recrear/reproducir, hace mucho se hubiera enfrentado a su fatal disgregación. Qué proporciona el mantenimiento del vínculo a pesar de todo?
Pierre Lévy afirma que tal elemento cohesionador es la figura del Justo. Si el mundo humano subsistió hasta hoy es porque siempre ha habido suficientes justos. Porque las prácticas de acogida, ayuda, apertura, cuidado, reconocimiento y construcción son finalmente más numerosos o más fuertes que las prácticas de exclusión, indiferencia, negligencia, resentimiento y destrucción. Entonces cómo reconocer a los justos?
Aquí radica, según mi criterio, la clave de la continuidad del principio de Cagliostro: los justos son anónimos, su identidad ignorada, salvo las veces en que un nombre sintetiza la asamblea. No hay como seleccionarlos. Por añadidura, lo primero que hemos perdido fue nuestra capacidad en detectarlos. Con eso favorecemos al lado opuesto, que sí es fácilmente detectable y falsamente accesible.
O será que la búsqueda de la Verdad ya no forma parte de nuestra historia, como bien advertía Felipe Fernández-Armesto.
Lévy sugiere que sigamos al nómada, en un mundo en que todo se mueve, el justo es activo. Sugiere también que se apartan del Poder, porque son Fuerza, y fuerza colectiva. Gracias a ellos, aunque sus nombres no son jamás citados, las cosas avanzan verdaderamente y son efectivamente creadas y conservadas. No se contenta con hacer él mismo el bien, se esfuerza, además, por darle el mayor alcance posible a los actos cumplidos por los otros justos. Es el caso de Julian Assange y Bradley Manning, el supuesto informador de archivos publicados por wikileaks.
Assange dijo de él que era un justo, y apoyarle una obligación moral. Por su parte Manning afirmaba:
"Ya no creo que haya gente buena y mala. Hay una serie de países que actúan siempre a favor de su propio interés". Dios sabe lo que sucederá a partir de ahora. Espero que haya una gran discusión mundial, debates, reformas. Si no es así, estamos condenados como especie".
Sé que lo que voy a decir sonará tópico, pero estas palabras son reveladoras de quién vio el Leviatán cara a cara y decidió actuar, aunque los riesgos de su actuación, que visa mejorar la Realidad que me rodea, los afronte él sólo. Cuantos justos serán sacrificados antes de que el Orden Mundial caiga por su propio peso? Antes que los conceptos vacíos del Liberalismo, Racionalismo y Democracia reconozcan el pobre aprovechamiento de la economía humana, economía de calidad, hecha de dones y aptitudes? Hasta cuándo mi identidad y mi criterio no tendrán ninguna importancia dentro del tejido colectivo acaparado por la élite que supuestamente yo elegí? GRACIAS, desde mi impotencia.
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